Víctor Zapata, Ana Vargas, Luis Irausquín: La camisa Polo sigue el camino hacia la evolución
La camisa tipo Polo de la firma Ralph Lauren es una pieza icónica en
el armario masculino. Un básico que nos acompaña desde nuestra
infancia y que, sin importar la edad, se adapta a las características de la
misma.
Seguramente en nuestra juventud combinábamos la Polo con un par de shorts y unos tenis.
Más tarde, nos escudábamos detrás de la Polo para evitar usar una camisa.
Ahora, esta prenda convive en
armonía con el resto de prendas del fondo de armario y la usamos para
todo: para crear looks Business
Casual, para la oficina, o de domingo, con un par de bermudas o pantalones
tipo chino. Cualquiera de las interpretaciones que le damos a la camiseta será
bien vista, pues, un clásico, siempre tiene esa habilidad maestra de dar saltos
de estilo sin fallar en el intento.
Esta invención se atribuye históricamente a un jugador de tenis francés que en la
necesidad de utilizar una prenda funcional, cómoda y fresca, creó los cimientos
de lo que ahora conocemos como camisa tipo polo.
El material original utilizado fue el piqué de algodón ligero, lo que
permitía un mejor flujo de aire. El diseño de la primera camisa tipo Polo se
centró en las bases del ámbito deportivo, con franjas de colores en las
costuras de las mangas y un cuello abotonado pero flexible.
Años más tarde, esta prenda usada en los partidos de René Lacoste, dio un salgo
al deporte Polo.
El “deporte
de los reyes” bautizó y abrió paso al nuevo nombre de la prenda. Ahora, en
2019, con una popularidad máxima y funcionalidad absoluta, la camiseta
sigue teniendo un espíritu de comodidad y elegancia atemporal para cualquier
hombre.
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